Prespectiva raramente publicada LA VANGUARDIA

CAMBIOS EN LOS ESQUEMAS FAMILIARES

Las separaciones obligan a muchos padres maduros a acoger, de nuevo, al hijo en casa

El regreso de un hijo, pasado el duelo por su marcha, provoca angustia en los padres | Muchos hijos no se ponen en el lugar de los padres ni respetan su proyecto vital

Celeste López | Madrid | 16/02/2009 |


Quisiera reflexionar sobre una situación que afecta a algunos abuelos y abuelas que, habiendo sobrevivido en condiciones de vida precarias, sacaron adelante una familia (...) No soy un padre desnaturalizado, pero cuando creía que mi mujer y yo podríamos empezar a disfrutar de un merecido tiempo libre, nos llega a casa un hijo recién separado...". Esta carta, publicada en La Vanguardia el 28 de enero, recoge el sentir de un padre jubilado que ve cómo sus perspectivas vitales se truncan por la vuelta a casa de un hijo, próximo a los 40. Pero su caso no es único, ni mucho menos: "Conozco a otros que pasan por lo mismo aunque muy pocos se quejan abiertamente", termina diciendo en su misiva.

"Es cierto. No es un caso insólito y más en los tiempos que corren. Los divorcios provocan situaciones como esta: la madre y los hijos se quedan en el domicilio familiar, mientras el padre busca un nuevo alojamiento, que en estos tiempos de incertidumbre no es infrecuente que sea el domicilio de los padres de él. Es mucho más barato. Y esto termina con el sueño de muchas parejas maduras que veían en la jubilación el momento de dedicarse, al fin, a ellos mismos", explica María Crespo, asistente social especializada en gerontología.

No hay datos que reflejen cuántos hijos regresan al domicilio paterno cuando se separan, pero la creencia es que son muchos, al menos, el primer año. Y esto, provoca un sentimiento de frustración en los padres, aunque en muy pocas ocasiones lo digan.

"Creen que decirlo implica ser malos padres, así que callan, sobre todo las mujeres, que tienen muy interiorizado que tienen que estar cuando un hijo, un padre o un nieto les necesitan, aun a costa de sus sueños. Y aceptan la nueva situación con resignación. Pero, la realidad es que es muy duro para ellos. Muchos se han acostumbrado a vivir solos y les gusta la independencia adquirida tras décadas pensando en la comida para los chicos, los estudios, las horas de llegada... Aunque muchos sientan tristeza ante el nido vacío,la mayoría se adapta y comienza a valorar el vivir sin estar pendientes de esas cosas. Después de años imponiendo unas rutinas necesarias para la crianza de los hijos, ven que les llega el momento de poder imponer las rutinas que a ellos les apetece", señala Crespo.

La llegada de un hijo cuando el duelo por el abandono del hogar familiar de los descendientes ya ha pasado pone a los padres en una situación, en algunos casos, no exenta de angustia.

"Ángel y yo teníamos muchas ganas de que llegara su jubilación para empezar a viajar y para apuntarnos a una serie de actividades que siempre habíamos pospuesto por los chicos. Estos ya se habían ido de casa, habían montado su propia familia, y veíamos que era nuestro momento... Lo pudimos hacer tres años... al cuarto, nos llegó el chaval, de 36 años, tras divorciarse de su mujer. He vuelto a cuidar las comidas, a mirar el reloj cuando regresa por la noche, a estar pendiente de la lavadora y, sobre todo, salimos menos porque nos hacemos cargo del nieto, de tres años, cuando le toca al padre... Es que él sale con los amigos", explica Mercedes Fernández, de 62 años.

"Ahí está el problema - señala Dolores Ortiz, psicóloga experta en gerontología-,que normalmente esta situación es impuesta y no se ha hablado. Es necesario que se renegocien las condiciones de convivencia, porque el hijo que vuelve no es el niño de antaño ni el joven que se volvió. Los hijos deben ponerse en la situación de los padres y entender que deben respetar su proyecto vital. Eso evitaría el abuso de los hijos y la situación de estrés de los padres. Deben entender que no se puede imponer nada y que deben asumir sus obligaciones tanto con sus padres como con sus hijos. El diálogo es importante y los mayores no deberían tener miedo en plantearlo. Eso no es ser un mal padre, en absoluto, es sencillamente establecer el respeto mutuo y favorecer las redes familiares".


Esta casa no es un hotel

La psicóloga Dolores Ortiz cree que, en muchos casos, los hijos que regresan al hogar familiar, bien por divorcio o porque no pueden mantenerse económicamente, tienden a olvidarse de que sus padres tienen proyectos que no se terminan porque cumplan años. En general se obvian sus intereses, con la idea de que la felicidad de los padres reside en tener a sus hijos en casa. "Esta visión suele permanecer invariable en el tiempo, de ahí que muchos hombres y mujeres que vuelven al hogar familiar se comporten como lo hacían cuando eran adolescentes. Esto es como si la casa fuera un hotel y los padres los que se encargan de que todo esté en orden", explica María Crespo. ¿La solución? En una casa de adultos todos deben responsabilizarse de las cuestiones del hogar. Y es el último en llegar el que debe adaptarse a las normas establecidas.



http://www.lavanguardia.es/ciudadanos/noticias/20090216/53641016312/las-separaciones-obligan-a-muchos-padres-maduros-a-acoger-de-nuevo-al-hijo-en-casa.html

Gracias Ferro por pasarnos esta información. Cuanta razón tienen, es cierto que tras las separaciones nuestros hijos vuelven a casa y nosotros los Abuelos tenemos la obligación moral de atenderlos. Hay variadas razones por las que los padres nos hacemos cargo de su situación y creo que la más importante es porque cuando se separan y hay hipotecas niños etc. y sueldos mil euristas, resulta que se quedan en los umbrales de la pobreza, ¿como les dejas en la calle?, no hay madre ni padre que tenga valor para hacerlo, pero aundando más te diré que por la esperiencía que tengo con los Abuelos tienes que sumar en la situación de baja autoestima que se quedan, cuando han estado toda la vida trabajando o estudiando y cuando forman una familia y se rompe se quedan como tontos, no saben que hacer y te ves en la obligación de ayudarles. También es bueno que veamos la otra parte, la de los abuelos canguros, cuando tu hija se separa y se queda con la custodia, normalmente se la pasan a los Abuelos, que son los que llevan al cole a los niños, al medico, los recogen del cole, les dan la merienda e incluso la cena. O sea que lo de la custodia monoparental es más bien Abueloparental. Tal y como está el tema de cualquier manera nos vemos implicados de una u otra manera, lo malo es aquellos Abuelos que no son los del progenitor custodio (generalmente paternos) que aparte de hacerse cargo de dar cobijo, le añadimos que no pueden ver a sus nietos. Lo que nosotros dariamos por que nuestros hijos tuvieran la Custodia Compartida, al menos tendriamos una recompensa y a los Abuelos Canguros les dejarian tener su propia vida aunque fuera por unos días.

La tan politicamente correcto denostada Custodia Compartida no hace el tiempo mas que validarla con mayor razon.
La ilogica es aplicar sistemas pensados para generaciones anteriores al siglo XXI. Hace un par de generaciones rara era la madre que trabajaba fuera de casa y hasta para separarse habia que alegar una justa causa. Como vamos parcheando siempre pues hemos dejado en vigor todo menos dos o tres aspectos creando un desaguisado social de importantes diimensiones. De hecho al padre en una separacion se le trata como culpable de ella y se le hace pagar por ello.
Si nos abstraemos y pensamos la custodia compartida se impone sin la menor duda. PEro hay demasiados intereses implicados, demasiado dinero publico que hacen inconveniente que ella se imponga.
IMPONERSE como la norma no es imponerla siempre si no tener muy encuenta a la hora de otorgar una custodia unica si el que ha de detentarla se ha esforzado por conseguir la compartida.
Pero basicamente ello atenta incluso a la ideologia feminista, para mi radical, que ha hecho y conseguido que en este pais la reforma del del llamado divorcio express en la que se instauro, no se aplique en la practica, mas que en lo que ellas entienden les conviene.
Solo me pregunto cuanto sufrimiento de niños y padres, cuantos sufrimiento social hace tfalta todavia para modificar esta sin razon

Yo quiero dejar muy claro que abanderar al palabra de Feminista, no es sinónimo de radical, me explico. Hasta el año 1975 había un articulo en la Ley en que las mujeres casadas estabamos incapacitadas, creo que rezaba así " Se considera incapaz, al sordo, al prodigo, al imbecil y a la mujer casada" gracias a algún hombre con poder de pensamiento e igualdad aquella ley fue eliminada del Codigo Civil. Yo he luchado y como yo muchas Abuelas por la verdadera igualdad y por el feminismo. Recuerdo que en aquella época Hombres y lo pongo en mayuscula se hicieron eco de aquella discriminación y abanderaron aquel Feminismo nacido por la idea de una verdadera igualdad. Por lo que no entiendo que un Gobierno desde un Ministerio de la vuelta a la igualdad y la convierta en desigualdad, y por supuesto de pabulo a feministas radicales, yo como muchas feministas de aquella época no queremos estar por debajo de los hombres, por eso luchamos en su momento, pero tampoco quiero estar por encima, quiero ser igual, solo, ante la Ley y ante la Sociedad. Pedir respeto y sentido común es cosa de todos, por lo que no entiendo que se útilice la palabra Feminismo para otros fines que no sea la verdadera libertad de la mujer. La crianza de los hijos es muy dura cuando somos dos, no quiero decir cuando la crianza por ley se le da a la mujer, sin saber si es lo mejor para los niños, complicando a la madre su jornada laboral, médicos, actividades extraescolares, en fin un largo etc..., por eso en mi anterior comentario son los abuelos los que tienen la tarea de cubrir las necesides de esos niños cuando la custodia es monoparental, por eso mi calificativo de custodia Abueloparental.[/justify] Un saludo

Nada que objetar
Somos iguales por que lo somos no porque yo u otro/s lo piensen ( por suerte no identicos)
He luchado y lucho por lo que entiendo es la igualdad. Flaco favor estan haciendo a las mujeres españolas estas radicales.
Un saludo